Remar implica movimiento, dar empuje con el remo a una embarcación en la mar, trabajando con afán e inteligencia para asegurar la estabilidad de la nave y llegar a puerto. Cuando se participa en la recreación de una obra musical, bien sea como intérprete, o realizando un análisis teórico, es como si se adentrase en un mar de sonidos, ritmos, formas musicales, estilos, contextos históricos y socio culturales, los cuales, logramos revivir de manera retrospectiva sin dejar de vivir en el presente con nuestros remos, los instrumentos musicales o voces humanas para re interpretarla, las batutas o brazos para dirigirla, y la inteligencia para dar razón de ella con aproximaciones teóricas, porque lo que digamos con palabras sobre música, no es propiamente música en sí, en su ámbito vital, sino, expresión o figura de una realidad, como nos dice Wittgenstein en su Tractatus Logico-Philosophicus (1918) “…Nos hacemos figuras de los hechos (2.1)…Una figura es un modelo de la r...
No somos. Vamos siendo, nuestra vida, es una obra inacabada...