En el campo de la investigación sobre las fuentes y origen de la música en el espacio geográfico e histórico de la humanidad, muchas de sus referencias pertenecen al campo de la especulación teórica, en virtud, de existir pocas evidencias materiales, halladas en yacimientos arqueológicos. En tal sentido, la Etnomusicología y Musicología, han analizado pocas expresiones musicales encontradas en los distintos contextos geográficos y culturales observados, produciendo brújulas para aproximarnos al conocimiento en torno a ellas y a los grupos humanos que las generaron.
En las culturas anteriores a la invención de la escritura, el hombre primitivo, llamado así, por encontrarse más próximo al estadio del cual emergió un día la humanidad “… in illo tempore…”(cf. Gombrich, 1981. Eliade, 1983) logró producir efectos sonoros con su propio cuerpo. Con el aparato respiratorio, boca, laringe y pulmones, emite sonidos, que en principio inarticulados, son siempre expresiones o acciones de voluntad. Con el transcurrir del tiempo, estos sonidos, terminaran por integrarse en formulas, de cuyo conjunto y articulación, saldrán diferentes formas de comunicación humana. lenguajes. Los sonidos en los que el hombre es su propio instrumento, están acompañados siempre por un gesto, un movimiento corporal de comunicación. Aprende a regular la emisión de sus sonidos fisiológicos y los ritmos de su auto-percusión. A partir de ese momento, nace la téchne (τέχνη), obra de arte, ciencia, saber, metodología o habilidad en el manejo de la materia sonora y rítmica. En su devenir, no tardará en producir sonidos con objetos que el mismo fabrica y usa, para realizar funciones que no están pre-figuradas en la estructura de su cuerpo, entonces, dos medios de expresión van a comenzar así su existencia, la música que genera con el cuerpo, y la que organiza con un instrumento, piedra que golpea, árbol hueco que resuena, vaina llena de semillas secas, y quijadas de animales muertos. (Cf. La música como proceso histórico de su invención. Adolfo Salazar, 1978).
¿Qué es la música? Sergio Celebidache, consideraba que no tenía definición, el sonido sí. Es decir, podemos definir qué es el sonido mediante la física acústica. No obstante, durante siglos de creación y recreación de flujos sonoros, los razonamientos simbólicos matemáticos y geométricos, nos aproximan a representaciones metafísicas, buscando codificar proporciones en un plano de sistemas de notación, intentando aprehender los flujos sonoros en longitudes rítmicas, melódicas y armónicas. Gonzalo Castellanos Yumar, suscribiendo ideas fenomenológicas (Brentano- Husserl) de la música de Celebidache, decía, que los intérpretes y directores de orquestas debían conocer sobre una obra más que sus propios compositores. Agrego, acercándonos a los flujos sonoros transliterados en una partitura sin apriorismos, sin juicios previos. Los flujos sonoros son los que mandan, en palabras de Gonzalo Castellanos y Monserrat Cabellé, la música es la que manda. ¿Qué es música? Nos dijo una vez Gonzalo Castellanos (Compositor- Director de orquesta) por 1980-82, en su curso de dirección orquestal “….Son los pasos materializados de una energía que se desarrolla en el tiempo, partiendo del umbral del silencio, hasta alcanzar de nuevo el umbral del silencio.
© Alberto José Porras Castro.
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